Los “Bible Brothers” del Arsenal usan su fe en Cristo para fortalecer a todo su equipo, “Dios lucha por nosotros”
El Arsenal está viviendo una de sus mejores temporadas deportivas y, al mismo tiempo, un mover espiritual poco común en la élite del fútbol europeo. Un grupo de al menos diez jugadores se reúne para orar y leer la Biblia antes de cada partido, razón por la que la afición los ha bautizado como los “Bible Brothers” o “Hermanos de la Biblia”.
Entre los protagonistas de este grupo destacan el extremo inglés Noni Madueke y el lateral neerlandés Jurrien Timber, muy francos sobre su fe cristiana, junto a nombres como Bukayo Saka, Eberechi Eze, Gabriel, Gabriel Jesus, Piero Hincapié y Cristhian Mosquera. “Es fantástico que tengamos un equipo que no se avergüenza de su fe. Creemos que nos da un impulso enorme cuando salimos al campo”, afirmó Madueke en una entrevista reciente.
Según contó el propio Madueke, el grupo —al que llaman “Hermanos de la Biblia”— se reúne “antes de cada partido” para orar unos minutos y también en el hotel para estudiar la Biblia. “Probablemente somos diez, así que varios contribuimos. Escogemos un texto de la Escritura, hablamos de él, vemos por lo que está pasando cada uno, cómo podemos ayudarnos, oramos unos por otros, es realmente bueno”, explicó.
Para el extremo, nutrir la fe en comunidad se refleja dentro y fuera de la cancha. “Creemos que tenemos a Dios luchando por nosotros. Es fantástico. Simplemente nos acerca más”, afirmó, añadiendo que esta es “la vez que más cerca” se ha sentido de Dios y del equipo. En Instagram publicó una foto con sus compañeros con el pie de foto: “Gracias a Dios por esta hermandad que has creado”.
En lo deportivo, el Arsenal lidera la Champions League tras ganar todos sus partidos y marcha primero en la Premier League, con ventaja sobre el Manchester City. En el último encuentro de Champions ante el Bayern de Múnich, vencieron 3–0 con goles de Timber, Madueke y Gabriel Martinelli; fue el primer gol de Madueke con el Arsenal, y al ser consultado cómo se sentía respondió: “Antes que nada, solo quiero dar gracias a mi Señor y Salvador Jesucristo”.
El entrenador español Mikel Arteta ve con buenos ojos este testimonio dentro del vestuario. “Me encanta porque creo que eso los conecta más. El hecho de que algunos de ellos tengan las mismas creencias o creencias firmes sobre eso ayuda a su bienestar y a su lado mental. Creo que es fenomenal”, declaró al canal TNT Sports. Para Arteta, la fe compartida suma cohesión y salud emocional al grupo.
Jurrien Timber, apodado “Pastor Timber” por los aficionados, también subraya el valor espiritual y humano de lo que viven. “Oramos antes de los partidos porque tenemos algunos cristianos en el equipo, lo que es increíble. Eso trae unidad y comprensión porque más o menos vives la misma vida”, comentó. El defensa suele publicar versículos bíblicos antes de los encuentros y afirma: “Para mí, es una forma de vida, intento vivir según ella”.
Bukayo Saka, otro de los referentes del Arsenal, ha dicho que la Biblia es esencial en su día a día. En una entrevista con GQ, afirmó que intenta leerla “todas las noches antes de ir a la cama” porque le ayuda a conocer más a Dios, memorizar los mensajes y aplicarlos a su vida. “La fe es una parte importante de mi vida. Soy un firme creyente en Dios”, añadió; en su perfil de Instagram se define como “hijo de Dios” y suele señalar al cielo al celebrar los goles.
El movimiento no ha pasado desapercibido para otros cristianos en el mundo del fútbol. El exjugador John Bostock, fundador de Ballers in God, afirmó que lo que ocurre en el Arsenal “es especial”, porque ha visto cómo la fe puede convertir a simples compañeros de equipo en “hermanos” que se exhortan, se apoyan y dejan que la gracia, la humildad, el sacrificio y el propósito transformen su forma de vivir y no solo de jugar.
En un contexto donde el alto rendimiento suele ir acompañado de presión y ego, la historia de los “Hermanos de la Biblia” muestra un grupo de estrellas que reconoce públicamente su dependencia de Dios. Para ellos, la oración y la Palabra no son un ritual accesorio, sino el fundamento de una hermandad que se expresa tanto en el vestuario como en la cumbre del fútbol mundial.