Querida familia de la 97.5 La Nueva Jerusalén Radio, reciban un cálido saludo lleno de gratitud y buenos deseos. Es un honor para mí dirigirme a ustedes y expresar mi aprecio por la hermosa labor que realizan día a día. Vuestra estación de radio, que nació en el corazón de Dios, se ha convertido en una poderosa fuente de inspiración y bendición para todos sus oyentes.
Que la luz divina continúe guiando vuestros esfuerzos, y que cada palabra y melodía que compartan toque los corazones de quienes sintonizan su frecuencia. Que la música y los mensajes que transmiten sean instrumentos de alegría, esperanza y consuelo para aquellos que más lo necesitan.
Que La Nueva Jerusalén Radio siga siendo un faro de positividad, elevando el espíritu de la audiencia y recordándoles el amor y la gracia de Dios en cada nota y palabra pronunciada. Que cada programa sea una experiencia enriquecedora que fortalezca la fe y promueva la unidad en la comunidad.
En este viaje radiofónico, les deseo abundantes bendiciones. Que Dios continúe derramando su gracia sobre cada uno de ustedes, los locutores, el equipo técnico y, por supuesto, los fieles oyentes. Que la labor que realizan en La Nueva Jerusalén Radio siga siendo fructífera, transformando vidas y llevando consuelo a aquellos que atraviesan momentos difíciles.
Con todo mi respeto y cariño, les envío un abrazo virtual y mi más sincero deseo de éxito continuo en esta maravillosa travesía radiofónica. ¡Dios les bendiga abundantemente!
