El actor Mark Wahlberg, quien ha sido muy abierto con su fe, contó que cambió de hogar para darle una nueva y mejor vida basada en la fe.
Desde la meca del cine, California, Mark decidió mudarse afuera de la ciudad con su familia para tener un nuevo comienzo y desarrollar una vida saludable junto a ellos sin las presiones que caracterizan ser «famoso».
Wahlberg, quien vivía en Beverly Hills, se mudó para poder darle un equilibrio a su vida entre el trabajo y la familia de una manera equilibrada.
“Quiero poder trabajar desde casa. Me mudé a California hace muchos años para dedicarme a la actuación y solo hice un par de películas en todo el tiempo que estuve allí», dijo a CBS el martes.
“Entonces, para poder darles a mis hijos una vida mejor y seguir y perseguir sus sueños, ya sea mi hija como ecuestre, mi hijo como jugador de baloncesto, mi hijo menor como golfista, esto tenía mucho más sentido para nosotros», agregó.
Junto a su esposa, Rhea Durham, y sus cuatro hijos, Michael (18), Brendan (13) y Grace(12), ahora viven en Las Vegas, dentro de una zona que les resulta cómoda para tener una vida normal con una población muy reducida y confortable.
Para el actor, no hay nada más importante que su familia y su fe, la cual comparte cada vez que tiene la oportunidad.
“Vinimos aquí simplemente para darnos una nueva apariencia, un nuevo comienzo para los niños, y hay muchas oportunidades aquí. Estoy muy entusiasmado con el futuro”, dijo él.
Hablando con The Christian Post, Mark dijo que ha sido la fe en Dios el enfoque adecuado para lograr sus metas y poder mantener a su familia con bien.
«He sido muy bendecido y muy afortunado. Y es por el enfoque que puse en mi fe y en mi familia que me ha permitido lograr tantas cosas. Además, con el fracaso, la decepción y la pérdida, la vida no es fácil», dijo el actor.
«No hay nada más importante que la fe y la familia», destacó.
Para Wahlberg, el destino y propósito que tiene en la vida e incluso dentro de la actuación es muy diferente al de los demás, pues él solo está cumpliendo la voluntad de Dios.
«Mi destino es diferente del destino de todos los demás. La forma en que está escrito no fue mía. Es hora de que salga y siga los movimientos, ¡pero esto es obra de Dios!», finalizó.