Los himnos cristianos en Brasil han ganado los corazones de muchos creyentes, debido a que muchos de ellos han sido protagonistas de milagros y testimonios sobrenaturales como el siguiente.
Lindaura Moreira de Figuereido Santos, era una niña sana que apenas aprendía a caminar, fue después de cumplir los 8 meses de vida que ella fue diagnosticada con Poliomielitis, y desde allí ya no pudo dar ni un paso más.
Sus padres, André y Josefa Moreira Figueiredo, de fe cristiana, vivían momentos de angustia por la enfermedad de su hija al punto de que ella estaba paralizada y ningún tratamiento lograba en ella una pronta recuperación.
Ella ya no quería ir a las sesiones de tratamiento y se negaba a ir a otras más, pero con 3 años recordó un himno cristiano sacro «El Número 7» del Arpa Cristiana, el cual se llama «Cristo Sana, Si».
Al recordar comenzó a cantarle a su madre: “Cristo Sana Sí / Cristo Sana Sí / Su amor por nosotros es inmenso / Él cura , ¡sí!».
Y le dijo: «Madre, ¿no cura Cristo?» , para seguir cantando.
“Me dirigí a mi madre y pedí llamar al hermano Zé para orar”, recordó Lindaura sobre ese momento en una entrevista con el sitio web Harpa Cristã.
Ese hermano «Ze» era sacerdote José, de la iglesia donde se congregaba la familia, la Asamblea de Dios en Bayeux, Paraíba.
“Galeguinha (porque yo era muy rubia) ¿crees que Cristo sana? Así que oremos”, dijo ella, cuando José vino a su casa a orar con ella.
“Después de la oración, ocurrió el milagro. ¡Aleluya! Lo recuerdo llorando. Me miró y me dijo: ‘¡Levántate y camina!’”, testificó Lindaura.
Tras esa afirmación de fe y haber orado creyendo que Cristo Sana por completo ella volvió a caminar y desde ahí testificó de la sanidad que Jesús le dió.
«Nunca paré. ¡Ese día, Dios me sanó de la polio! ¡Por eso me encanta caminar y hablar de Jesús!”, declaró ella.
Tras esa sanidad, Lindaura hoy ya tiene 59 años y siempre agradece el haber conocido a Jesús y que los himnos de Christian Harp le hayan revelado en su niñez el poder de Dios para sanar las peores enfermedades.
Hoy es pastora de Asambleas de Dios en Doña Branca, Quemados, RJ, junto a su esposo, el pastor Ozéias Moreira dos Santos.
