En Goiânia, Brasil, varios jóvenes cristianos anduvieron predicando en varios autobuses, lo llamativo era que usaban un ataúd mientras daban el mensaje de Dios.
El líder del grupo, Winicius Calisto, de la Iglesia Sara Nossa Terra, fue el que pensó en este método para anunciar el evangelio.
Los jóvenes tocaron temas como el legado de la vida y el Dios que aún vive.
«Mucha gente aquí podría ser recordada como un mal padre o una mala madre, un mal hijo, un colega o un amigo, como un drogadicto más o una persona más que haya existido», precisó el predicador.
Asimismo el hombre dijo: «Hace más de dos mil años ocurrió una muerte que nadie olvida».
«Porque un viernes, un tipo decidió morir por ti y por mí y su muerte todavía tiene sentido», continuó.
El joven que predicaba dijo para muchos le es extraño vernos llevar este ataúd mientras hablamos de Jesús, pero también es extraño que lleven un crucifijo de Jesús como si estuviese muerto.
«Muchos pasan toda su vida como si Dios estuviera muerto, ni siquiera existiera o ni siquiera se preocupara por ti», continuó.
La predicación terminó con una petición de orar con los ojos cerrados, muchos aceptaron esta invitación.