Noticias

Sacerdote y médico afirma haber descubierto las causas naturales de la muerte de Jesús poniendo «fin al misterio»

Published

on

Antes, durante y después de la semana santa siempre surgen las historias o misterios sobre cómo fueron las últimas horas de Jesús, al menos para los investigadores y científicos, lo que sorprende es que un sacerdote en los pasados días afirma haber resuelto el misterio de cómo murió Cristo.

Basado en la medicina, que fue su anterior profesión y ahora es un sacerdote dedicado, Patrick Pullicino, presentó una nueva teoría sobre la muerte por causas naturales que tuvo Jesús cuando fue crucificado.

En el artículo del doctor y sacerdote Pullino, éste afirma que Jesús murió por complicaciones con un hombro dislocado, debido a que a Jesús le colocaron una cruz de gran peso, las cuales detallan científicos e historiadores que eran de más de 2 metros de altura y podrían llegar a pesar unos 80 o 90 kilos; Jesús recorrió unos 8 kilómetros con la cruz a cuestas.

Pullicino, quien era también neurólogo en East Kent University Hospital NHS, dice que los hechos ocurridos después de su muerte comprueban su teoría debido a la herida en el costado causada por la lanza de un romano; allí cuenta que tanto la sangre como el agua que brotó de esa herida fue por la cavidad entre la caja torácica y el pulmón lleno de sangre cuando el hombro derecho dislocado rompió una de las arterias.

El médico dice que una de las pruebas más grandes que existen sobre la muerte de Jesús es la famosa sábana o Sudario de Turín, el cual es evidencia del hombro dislocado de Jesús.

El doctor y sacerdote Patrick Pullicino.

Por otro lado, el historiador André Leonardo Chevitarese, parece tener cierta concordancia con lo antes descrito sin saber de ese artículo, debido a que explica una serie de puntos clave para entender como fue la muerte de Jesús en la carne y como influyó todos los medios de su alrededor.

  1. Aunque ese tipo de muerte no era rara para ese tiempo, fue la tortura más humillante que Jesús estuvo dispuesto a padecer para cumplir un propósito.
  2. La sola idea de su muerte era la victoria ficticia de los romanos, debido a que no podían soportar que otro reino que no fuera el suyo se estableciera; la justicia, la paz, la provision para los pobres y la igualdad entre hombres y mujeres que predicaba Jesús motivaron a que su muerte fuera inminente, al menos para la tierra, fuera del aspecto espiritual.
  3. La tradición era que ningún cuerpo de los que eran condenador pudiera conservarse sino que murieran clavados en la cruz y su cuerpo fuera devorado por insectos o animales; Jesús fue un caso especial, el hombre de Arimatea pidió a Pilatos fuera de las leyes que pudieran darle el cuerpo de Cristo, y entonces Chevitarese dice que era necesario que éste si pudiera tener una sepultura y “así resucitar”.

«Teológicamente, está claro que Jesús necesitaba ser enterrado, para luego resucitar», explicó.

  1. Las torturas padecidas por Jesús eran realmente fuertes; los clavos en sus manos y pies desagarrando la carne, el peso de la cruz, la herida en su costado acompañada de una muerte muy lenta mientras experimentaba espasmos de dolor, náuseas y la imposibilidad de respirar adecuadamente más la tensión de su cuerpo hasta el agotamiento; los clavos llegaban a nervios del cuerpo que provocaban un dolor continuo e insoportable.

«¿Cuánto tiempo tarda un individuo en morir así? Muere de calambres, que atrofian sus músculos y le hacen morir por falta de aire, con muchos dolores, dolores tremendos en todo el cuerpo», narró Chevitarese.

La mezcla de todo ello, según el historiador, hizo que Jesús llegara al punto de un infarto al miocardio por el esfuerzo agotador, aunado a la asfixia y shock hemorrágico; dependía de cuan dura había sido la tortura como para saber cuanto duraría agonizando el crucificado, en este caso él afirma que la cantidad de heridas causadas a Jesús hicieron que solo resistiera dos horas.

Más eso, sabiendo Cristo que su cuerpo ya no resistiría, decidió entregar su espíritu al Padre y dejarse ir en manos del Creador como sacrificio voluntario por amor a la humanidad

Tan grande fue Su amor y obediencia, que aun con toda la tortura a la que fue expuesto y el desprecio de muchos hacia el Padre, no se detuvo de cumplir su propósito: dar libertad, sanidad, perdón y salvación por medio de la cruz.

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Trending

Salir de la versión móvil