El tren de Kramatorsk, en Ucrania fue atacado cuando estaba llena de gente quienes esperaban para ser evacuada. El hecho ha provocado indignación internacional.
Al menos 4.000 civiles se encontraban en las instalaciones de la estación en la ciudad de Donbas cuando dos misiles Tochka-U impactaron en el lugar, matando al menos a 52 personas, según las autoridades
Entre las víctimas se encuentra Roman, un misionero evangélico ucraniano que se encontraba en la ciudad tras ser enviado por una organización cristiana para ayudar en la evacuación.
EL presidente y director de la ONG española El Buen Samaritano, Jaume Torrado, quien además colabora con la organización que envió al misionero, declaró al portal de noticias español Protestante Digital que «Román creció en la iglesia y toda su vida se definió por su servicio a los demás».
«Estaba ayudando con la evacuación», dijo.
Roman era miembro de la Iglesia de Dios Pentecostal del país, había completado sus estudios de seminario en Alemania y había desarrollado su ministerio como voluntario, según la informaciñon de Evangelical Focus.
El misionero deja a su mujer y a sus cuatro hijos.
«Cuando el gobierno ucraniano pidió a todos los habitantes de Kramatorsk que salieran rápidamente porque se esperaba una masacre humanitaria, Roman fue a ayudar a evacuar a la gente en la estación de tren. Allí fue donde cayó la bomba y murió Roman», dijo Jaume.