Un ex veterano de las Fuerzas Aéreas de EE.UU está usando su terrible experiencia con un caimán para instar a todas las personas a que busquen más a Jesús para superar las instancias difíciles en la vida.
Juan Carlos La Verde, quien sirvió a esa parte del ejército de su nación por varios años, relató cómo mientras nadaba fue atacado por un caimán de 12 pies de largo dentro del lago Thonotasassa, al noreste de Tampa Bay, a principios de este mes.
La Verde, quien se hace llamar JC Defeats, dijo a las noticias locales que mientras nadaba dentro del agua turbia chocó con el animal que no había visto, la confrontación entre ambos fue mortal y quedó grabada por medio de drones.
Y aunque el ataque es el peor que alguien haya podido vivir, Defeats dice que aun así no perdió al esperanza y la fe de que saldría vivo del feroz ataque, “Tenía una cantidad increíble de fe en mí mismo de que no iba a morir. Iba a estar bien, pero necesitaba actuar con seguridad”, dijo para WTVT-TV.
El caimán apretó con todas sus fuerzas los dientes alrededor de la cabeza del hombre, por lo que éste intento no de manera desesperada sino determinada abrir la mandíbula para evitar más daños, pero teniendo conciencia de lo que estaba pasando simplemente soltó al animal y éste hizo lo mismo.
«Cuando sentí los dientes, lo supe de inmediato, y luego, cuando lo abrí, sabía que o lo convertía o me convertía a mí, pero estaba confundido al igual que yo estaba confundido, y luego simplemente lo soltó», relató.
El hombre, quien también es triatleta, bombero y también paramédico, nadó hasta la orilla del lago y un buen samaritano lo llevó al hospital tras haber reportado el incidente con el 911; lo difícil vino después de ser admitido dentro de urgencias.
Por seis horas completas La Verde estuvo en cirugía, en la que extirparon parte de su cerebro debido a que la mordida del animal literalmente aplastó su cabeza, y eso es solo el principio del resto de las heridas que sufrió.
“La mordedura le aplastó el cráneo y perforó su cerebro, por lo que terminaron teniendo que hacer una craniectomía, extirpar parte de su lóbulo temporal”, dijo Christina, su esposa.
Además de los daños en su cerebro, la mandíbula del veterano se rompió por la mordida dañándole un nervio facial, por lo que temporalmente su quijada tuvo que ser cerrada con alambre y deberá usar un casco para proteger su cabeza hasta que se haya curado por completo; en el futuro éste tendrá que ser sometido a muchas más cirugías para reparar los daños.