Las inundaciones de Kentucky siguen trayendo consigo una cantidad enorme de testimonios en los que sus sobrevivientes glorifican a Dios por su fidelidad y fortaleza concedida para afrontar un momento tan difícil como ése.
Esta vez fue el turno de Billie Marshall y su esposo, los cuales sobrevivieron a las lluvias e inundaciones que arrasaron con muchas casas en el condado de Breathitt, al este de Kentucky; la propiedad de ambos solo sufrió daños pero no fue destruida del todo.
“Apenas puedes asimilarlo”, dijo Billie, quien ha vivido junto a su esposo en esa casa por más de una década, y la cual se vio gravemente afectada por las inundaciones.
La propiedad, que está ubicada en el “arroyo problemático” estaba tan inundada que le provocaba escalofríos, “Se llama un arroyo problemático y he vivido en él toda mi vida, es fiel a su nombre. Es algo realmente difícil”, dijo.
Ante la inundación, ella y su esposo tuvieron que turnarse para vigilar que los niveles del agua no subieran más de lo esperado mientras el otro intentaba dormir o tan solo descansar, pero las lluvias les obligaron a dejar su casa, recuerdos y posesiones preciadas, las cuales ahora están bajo la tierra y el barro.
Pero con todo el desastre y la situación tan caótica, Billie agradece a Dios por haberle mantenido con vida a ella y a su esposo además de librar a su familia de vivir esta terrible experiencia, ya que ellos darían lo posible para salvar a sus seres queridos aun con su propia vida.
“Solo agradezco a Dios que el resto de mi familia no estuviera en esto. Y eso, ya sabes, somos mayores. Y supongo que se podría decir que somos prescindibles”, dijo.
La fe de Marshall es la que le mantuvo de pie ante tal circunstancia, «Mi Salvador. Él es… si no fuera por él, probablemente no lo superaría”, expresó ella.
Además de ello, la pareja ha recibido gran cantidad de ayuda de personas que les conocen y que viven tanto cerca como lejos, otros que han compartido empleos y demás.
“La gente se ha detenido y viene a ver si pueden ayudar. Tengo una señora aquí en este momento que vino del Citizens Bank. Éramos buenos amigos. Ella quería venir y ayudar”, contó.