A través del trabajo misionero del ministerio Christian Aid Mission, una anciana de 100 años aceptó a Jesús como su Salvador en un pueblo remoto de Perú.
Recientemente, un misionero del ministerio visitó la cabaña de la anciana y compartió con ella las Buenas Nuevas del Evangelio.
Un misionero de CAM compartió con ella las buenas nuevas del evangelio dentro de la cabaña donde vive la anciana y al escuchar que Jesús murió por sus pecados ella confesó que jamás había oído de un amor tan grande.
Expresó con bastante admiración que no conocía tal amor como para dar su vida por sus pecados, pero también confesó que ya era muy tarde para ser salva.
El líder misionero le explicó que Jesús perdonó todos sus pecados y que no tenía que pagar por la salvación, porque es gratuita y accesible para todos.
El ministerio de Christian Aid Mission visita poblaciones remotas, las cuales sufren de pobreza y persecución además de los estragos de la pandemia.
Ellos están llevando alimentos para los niños de Perú, los cuales también son apoyados con tutorías y evangelización debido a la vulnerabilidad social a la que están expuestos.
Uno de los métodos poco inusuales hechos por CAM en la pandemia fue colocar un megáfono en el techo para que las personas pudieran tener un servicio con predicación, alabanza y llamados para recibir a Jesús, todo por el cierre de las iglesias.
Gloria a Dios por cada trabajo realizado en aldeas y comunidades lejanas muy humildes para que conozcan el amor de Dios.