La pastora y ex concejal bogotana Sara Castellanos relató como Dios le resucitó a su hija pequeña luego de haberla encontrado ahogada en una piscina.
Castellanos, quien ejerce la política como candidata a concejal pro vida dentro de Bogotá y es pastora dentro del ministerio Misión Carismática Internacional, contó que su pequeña bebé Zara Esther se ahogó en una piscina y para cuando ella y su esposo se dieron cuenta de lo sucedido, la pequeña ya estaba muerta.
“En cuestión de segundos, encontré a mi bebé Zara Esther sin signos vitales en la piscina. No hay palabras para describir lo que se siente. En ese momento no son palabras las que salen de nuestras bocas, ¡son gemidos pidiendo resurrección!”, escribió a través de publicaciones en Instagram.
La vista que tenían de su pequeña le hizo clamar desesperada a Dios por misericordia para su hija.
“Mi bebé ya no estaba. Se había ido. Su color gris, sus labios morados, ¡yo solo podía gritar y pedir misericordia al Dios viviente que servimos”, añadió.
Contó que junto a su esposo, el pastor Lau Guerra Filho, comenzaron a darle a la niña primeros auxilios, pero no recibieron respuesta alguna más que ella escupió agua y comida pero seguía sin color y sin despertar.
Su reacción inmediata fue clamar a Dios por la salud de la pequeña Zara Esther mientras iban de camino al hospital, y a su vez la madre de Castellanos estaba orando también por un milagro, el cual obtuvieron el mismo día.
“Finalmente, Esther escupió agua y comida pero seguía sin color y sin responder. Sabía que nuestro día ‘del valle de la sombra de muerte’ había llegado pero estaba clamando de pasarlo con Jesús. En el carro camino al hospital, Esther en los brazos de Lau, ambos clamando y Lau soplando en su boca, llamé en mi desespero a mis papás. Mi mamá contesta y empezamos un clamor por resurrección. En el transcurso de la casa a la clínica Esther resucitó, Dios sopló vida y nos la devolvió”, expresó.
Detalló que la clave para saber que ella estaba bien es una posición que toma al poner una mano en su cabeza y la otra para chupar uno de sus dedos, esa fue la señal que les dieron para saber que Dios les hizo el milagro.
“Lloró como cuando un bebé nace por primera vez. Al llegar al hospital, ella, rodeada de todos los expertos, con poca fuerza, levanta su mano y la pone en su cabeza y la otra la pone para chupar su dedo, lo que siempre hace nuestra Esther. Esa era nuestra señal de que Esther había vuelto en plena salud”, detalló.
Una vez que ya había sido evaluada, salió de observación y Sara compartió que su hija está 100% sana tras conocer el resultado de los doctores.
“El mismo neuropediatra decía al verla: ¡DIOS ES GRANDE! Le están haciendo todos los exámenes por que lo que vivió fue muy grave pero los mismos doctores están asombrados porque ella está 100 % sana”, dijo ella a través de un video.