La esperanza y los valores conservadores se ciernen sobre uno de los países de Latinoamérica, el cual está siendo de ejemplo para otras, ya que el pasado martes Guatemala penalizó el aborto y el matrimonio gay.
A través del tercer debate sobre la Ley 5272: Ley para la Protección de la Vida y Familia, el pueblo guatemalteco confirmó este martes que el aborto y las uniones legales entre personas del mismo sexo están penalizadas dentro de la nación debido al enfoque se preservar los valores pro vida y pro familia en su sociedad.
Esta declaratoria coincide con la declaratoria hecha por el mismo país como la capital pro vida de toda Iberoamérica; la aprobación de la ley se logró 101 votos, 51 ausentes y solo 8 en contra.
Con esta legislación el país busca proteger la vida, la familia y la institución del matrimonio bajo la influencia bíblica de la unión entre un hombre y una mujer, así como también cuidar la libertad de conciencia y de expresión y el derecho de los padres de educar y orientar a sus hijos en el área sexual.
Enfatiza también en que la familia está claramente conformada por el hombre y la mujer, nada más.
Dentro del debate estuvieron presentes distintos líderes y pastores cristianos evangélicos de varias iglesias de Guatemala, los cuales celebraron la aprobación de la ley, ya que entre los ministerios cristianos se entregaron más de 1.000 firmas para su aprobación.
“Damos gracias a Dios por su respaldo a nuestro trabajo que como instituciones representativas realizamos para Su obra y a los Honorables Diputados que se adhirieron como ponentes de nuestra iniciativa. Dios guió y usó este día a 101 diputados para la aprobación del Decreto 5272… nuestra nación que es temerosa de Dios dice no a la ideología de género, matrimonio igualitario y al aborto”, dijo la Coordinadora Evángelica Nacional de Guatemala.
Desde 2019 la Coalición Ministerial Cristiana de Guatemala (CMCG) ha trabajado en pos de que dicha ley fuera aprobada para proteger la vida y la familia en el país, y en su momento 27.700 firmas a nombre de todos los ciudadanos rechazaban la ideología de género y la interrupción de embarazos.
